Jezabel y Herodías
- Cochuchi
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Entresacando el siguiente comentario del libreto de la "Obra de los Locos" de Félix Máximo López (1742-1821), procedemos a su análisis.
De la escena XVII – Acto III
LOCO 3º
¿Y las que hacen cortesías?
LOCO 4º
Son Jezabel y Herodías.

Jezabel (en hebreo: איזבל, romanizado: Izevel; en griego antiguo: Ιεζάβελ, romanizado: Iezábel, latín: Jezabel) según el Tanaj (Antiguo Testamento) fue la reina consorte de Ajab, séptimo rey de Israel entre los años 874 y 853 a. C.
Herodías (en griego: Ηρωδιάς Hērōdiás; Jerusalén, c. 15 a. C.-Lyon, después de 39 d. C.) fue una princesa idumea de la dinastía herodiana de Judea durante el tiempo del Imperio romano. Estuvo casada primero con Herodes Filipo I, su tío, y después con el hermano de este, Herodes Antipas. Fue madre de Salomé y, según los relatos evangélicos, participó en una intriga que condujo a la ejecución de Juan el Bautista.
Jezabel y Herodías son dos mujeres bíblicas conocidas por su influencia y antagonismo hacia los profetas y la figura religiosa. Jezabel, reina de Israel, fue una figura poderosa que promovió el culto a Baal, contrariando las enseñanzas del Dios de Israel. Herodías, por otro lado, fue una princesa idumea que se casó con Herodes Antipas y que, junto con su hija Salomé, jugó un papel importante en la muerte de Juan Bautista (fue un profeta judío del siglo I a.C. y principios del I d.C., ampliamente reconocido como el "Precursor" de Jesucristo).
Jezabel:
· Reina de Israel:
Jezabel fue la esposa del rey Acab y una figura clave en la historia de Israel.
· Promotora del culto a Baal:
Jezabel introdujo el culto a Baal, un dios fenicio, en Israel, desafiando la religión monoteísta del Dios de Israel.
· Antagonista de los profetas:
Jezabel se opuso a los profetas que predicaban la lealtad a Dios, como Elías.
· Muerte:
Jezabel fue asesinada por Jehú, un usurpador, quien cumplió una profecía que predijo su muerte de forma violenta.
Herodías:
· Princesa idumea:
Herodías era una mujer de la dinastía herodiana en Judea, que gobernaba bajo el dominio romano.
· Casada con Herodes Antipas:
Herodías se casó con Herodes Antipas, el hermano de su primer esposo, Herodes Filipo, lo que era una unión incestuosa según la ley judía.
· Enfrentamiento con Juan Bautista:
Juan Bautista criticó públicamente la unión de Herodes Antipas con Herodías, lo que provocó la ira de Herodías y la posterior muerte de Juan Bautista.
· Influencia en la muerte de Juan Bautista:
Herodías jugó un papel crucial en la muerte de Juan Bautista, instigando a Herodes Antipas a matarlo para vengarse de sus críticas.
Similitudes:
· Influencia y poder:
Ambas mujeres, Jezabel y Herodías, ejercieron una gran influencia en sus respectivos contextos y no dudaron en usar su poder para lograr sus objetivos.
· Antagonismo hacia la figura religiosa:
Tanto Jezabel como Herodías se opusieron a los profetas y a la figura religiosa que representaba la ley y la moralidad.
· Consecuencias de su acción:
Las acciones de Jezabel y Herodías tuvieron consecuencias significativas, desde la muerte de los profetas hasta la destrucción del reino de Israel.
Diferencias:
· Contexto histórico y religioso:
Jezabel vivió en el reino de Israel, donde la religión monoteísta era dominante, mientras que Herodías vivía en Judea bajo el dominio romano, donde la religión judía era más diversa.
· Motivaciones:
Jezabel actuó principalmente por su fe en los dioses fenicios, mientras que Herodías se enfureció por las críticas de Juan Bautista a su matrimonio incestuoso.
· Muerte:
Jezabel fue asesinada por un usurpador, mientras que Herodías fue responsable indirectamente de la muerte de Juan Bautista.
Análisis
¿Por qué dice López que hacen cortesías? Dado el lugar, el Infierno, presupone que muy religiosas no fueron, o al menos, los dioses que promulgaban significa que fueron más cercanos a Plutón que a algo místico o ejemplar. Las dos mujeres importantes de su época, Jezabel, reina, y Herodías, casi (en un momento, Herodías presionó a su esposo Herodes Antipas para que solicitara el título de rey al emperador Calígula, pero la petición resultó en el destierro de ambos, y nunca alcanzaron el rango real).
Aunque entre la muerte de Jezabel (alrededor del 870 a.C.) y la época de Herodías (alrededor del 30 d.C.) hay aproximadamente unos 900 años de diferencia, FML, parece escogerlas como las dos mujeres más representantes de la antigüedad por su influencia y antagonismo hacia los profetas y la figura religiosa.
Jezabel
Jezabel es conocida por su influencia y antagonismo hacia los profetas y figuras religiosas de Israel precisamente porque actuó motivada por su fe en los dioses fenicios, especialmente Baal y Astarté. Como reina de Israel, Jezabel promovió activamente el culto a estos dioses, intentando reemplazar el culto nacional a Yahweh, el Dios de Israel, por el politeísmo fenicio.
Este cambio religioso no solo implicaba nuevas prácticas y creencias, sino que chocaba frontalmente con la identidad y las leyes del pueblo israelita, que exigían la adoración exclusiva a Yahweh. Jezabel utilizó su poder para perseguir y asesinar a los profetas de Yahweh, buscando erradicar su influencia y silenciar la oposición a la idolatría que ella impulsaba. Su enfrentamiento más conocido fue con el profeta Elías, a quien intentó matar tras el desafío en el Monte Carmelo, donde Elías demostró la supremacía de Yahweh sobre Baal.
En resumen, Jezabel es recordada como antagonista de los profetas y figuras religiosas de Israel porque su fervor por los dioses fenicios la llevó a intentar suprimir el culto a Yahweh y a quienes lo defendían, generando así un conflicto religioso y político de gran magnitud en la historia de Israel.
En el cristianismo, Jezabel no es descrita en la Biblia como una persona literalmente endemoniada ni poseída por un demonio en el sentido estricto, pero su figura ha sido interpretada simbólicamente como la personificación del mal, la idolatría y la oposición a Dios.
A lo largo de la historia, especialmente en círculos cristianos contemporáneos, se ha popularizado el concepto del “espíritu de Jezabel”, que representa una influencia demoníaca asociada a la manipulación, el control, la seducción y la persecución de los profetas y líderes espirituales.
Esta interpretación se basa en referencias bíblicas, como la mención de una mujer llamada Jezabel en el libro del Apocalipsis, que es vista como símbolo de corrupción y engaño espiritual, aunque no se trate de la misma Jezabel histórica. Así, en la teología y predicación cristiana moderna, Jezabel es vista más como un arquetipo o símbolo de una influencia demoníaca que busca apartar a los creyentes de la verdad y destruir la obra de Dios, más que como una persona literalmente poseída por demonios.
Jezabel no era judía, era fenicia, hija del rey de Tiro y Sidón. Tampoco practicaba el culto a Jehová. Adoraba a Baal, uno de los dioses paganos que abundaban en Siria y Palestina, considerado esencialmente como una divinidad natural. La adoración a Baal iba acompañada de ritos lascivos. Según la Biblia, en ocasiones sus adoradores saltaban en torno al altar y se sangraban con cuchillos y con lancetas hasta chorrear la sangre sobre ellos (1º de Reyes 18: 26-28).
En resumen, Jezabel es considerada en el cristianismo como un símbolo de influencia maligna o demoníaca, pero no como una persona literalmente endemoniada según la narración bíblica original.
Herodías
Herodías es conocida por su influencia y antagonismo hacia los profetas y figuras religiosas, especialmente por su papel en la muerte de Juan el Bautista. La raíz de este antagonismo fue la denuncia pública que hizo Juan sobre su matrimonio con Herodes Antipas, considerándolo ilegal según la ley judía, ya que Herodías había estado casada previamente con el hermano de Herodes. Esta condena pública no solo humilló a Herodías, sino que también amenazó su posición y estatus, lo que generó en ella un profundo rencor.
Según los Evangelios, Herodías guardaba un odio persistente hacia Juan y buscaba matarlo, aunque inicialmente no podía hacerlo porque Herodes Antipas, a pesar de sus faltas, respetaba a Juan como un hombre justo y temía la reacción del pueblo, que lo consideraba un profeta. Finalmente, Herodías aprovechó una ocasión propicia durante un banquete, manipulando la situación a través de su hija Salomé para lograr que Herodes ordenara la ejecución de Juan el Bautista.
Herodías fue quien, de manera indirecta, provocó la muerte de Juan el Bautista (según los evangelios sinópticos, Juan el Bautista fue quien bautizó a Jesucristo. El Evangelio de Marcos relata que Jesús acudió a Juan y fue bautizado por él en el río Jordán, destacando este acto como un momento importante en la vida de Jesús. El Evangelio de Lucas también confirma que, después de que Juan terminó de bautizar a todos, Jesús vino y fue bautizado). Según los relatos evangélicos, Herodías guardaba un profundo rencor contra Juan porque él denunciaba públicamente su matrimonio con Herodes Antipas, considerándolo ilícito. Aunque Herodes encarceló a Juan por presión de Herodías, inicialmente no quería matarlo, pues respetaba a Juan y temía la reacción del pueblo. La oportunidad llegó durante una fiesta de cumpleaños de Herodes. La hija de Herodías, Salomé, bailó para Herodes y sus invitados, agradando tanto al rey que le prometió concederle cualquier petición. Salomé, instigada por su madre Herodías, pidió la cabeza de Juan el Bautista en una bandeja. Herodes, aunque entristecido, cumplió la petición por causa de su juramento y la presión social, ordenando la decapitación de Juan. Juan el Bautista fue mucho más que un profeta: su papel central fue el de precursor de Jesucristo, cumpliendo antiguas profecías y preparando al pueblo para la llegada del Mesías. Además de anunciar el arrepentimiento y bautizar a multitudes, conoció personalmente a Jesús y tuvo el privilegio de bautizarlo en el río Jordán.
Este acto marcó el inicio del ministerio público de Jesús y fue un momento clave en la historia cristiana. Juan reconoció a Jesús como el "Cordero de Dios" y el "Hijo de Dios", testificando sobre su identidad y misión divina. Por tanto, Juan el Bautista no solo fue profeta, sino también el heraldo directo de Jesús, el que preparó el camino y lo señaló ante el pueblo, cumpliendo así un papel único en la transición entre el Antiguo y el Nuevo Testamento.
En resumen, Herodías es recordada por su antagonismo hacia los profetas porque, impulsada por el deseo de proteger su estatus y eliminar una amenaza moral y religiosa, orquestó la muerte de Juan el Bautista, convirtiéndose así en símbolo de oposición al mensaje profético y a la verdad religiosa.
Herodías, en la tradición cristiana, no es considerada literalmente una persona endemoniada. Los Evangelios la presentan como una mujer inmoral, rencorosa y manipuladora, especialmente por su papel en la ejecución de Juan el Bautista, pero no mencionan que estuviera poseída por demonios ni que tuviera una condición espiritual similar a la de los endemoniados descritos en otros pasajes bíblicos.
Su figura es vista como un ejemplo de orgullo, resentimiento y uso del poder para el mal, comparada en ocasiones con Jezabel por su oposición a los profetas y su influencia negativa sobre quienes la rodeaban. Sin embargo, esta comparación es simbólica y moral, no una declaración de posesión demoníaca. En resumen, Herodías es considerada una figura maligna o negativa por sus acciones, pero no como endemoniada en el sentido literal o teológico dentro del cristianismo.
Resumen
Es históricamente y teológicamente habitual en la tradición cristiana unir el nombre de Jezabel al de Herodías para referirse a la oposición a los profetas y a figuras femeninas de influencia negativa.
Esta comparación se basa en varios paralelismos bíblicos y en la interpretación cristiana posterior:
· Ambas mujeres son vistas como arquetipos de la "mala influencia" y la oposición a los profetas: Jezabel persiguió a Elías y a otros profetas de Yahweh en el Antiguo Testamento, mientras que Herodías instigó la muerte de Juan el Bautista en el Nuevo Testamento.
· Los relatos bíblicos presentan a ambas como figuras dominantes y manipuladoras, capaces de influir decisivamente sobre los gobernantes (Acab y Herodes Antipas) para lograr sus fines en contra de los mensajeros de Dios.
· En la predicación y literatura cristiana, Herodías es a menudo llamada la "Jezabel del Nuevo Testamento", y se interpreta que ambas representan un mismo "espíritu" de oposición a la verdad profética y a la fe verdadera.
Herodías es el arquetipo de una reina malvada, tal como Jezabel...
Herodías, antes la esposa de Felipe y ahora la esposa de Herodes, es una historia diferente. Ella “le acechaba (a Juan), y deseaba matarle” (v. 19). Frustrada por la protección que Herodes le brindaba a Juan, ella esperó su oportunidad pacientemente. Herodías es el arquetipo de una reina malvada, tal como Jezabel. [Vemos aquí que otorga a Herodías el rango de reina, aunque no lo tuvo, pero históricamente se interpreta como si las dos, Jezabel y Herodías, hubieran sido reinas].
Jezabel es la Herodías del Antiguo Testamento. A través de la hija, esta mujer igualmente cruel pidió a Herodes que cortara la cabeza a Juan el Bautista.
Existe una tradición consolidada que une a Jezabel y Herodías como símbolos de resistencia y antagonismo hacia los profetas y la voz de Dios, y como ejemplos de mujeres de influencia negativa en la historia bíblica.
No existen evidencias documentales de que “Jezabel y Herodías” formaran un dicho popular en la época de comienzos del siglo XVIII. Sin embargo, sí es cierto que desde la Edad Media y durante los Siglos de Oro (siglos XVI y XVII) en la literatura, el teatro y la predicación cristiana, ambas figuras fueron asociadas como arquetipos de mujeres de influencia negativa y opositoras a los profetas o a la fe verdadera. Esta comparación se utilizaba para ejemplificar la maldad, la manipulación y la persecución de los justos, y era frecuente en sermones, obras de teatro y textos moralizantes.
En el siglo XVIII, la trascendencia de las figuras bíblicas como Jezabel seguía vigente en la cultura y literatura, especialmente entre comunidades religiosas, pero no hay constancia de que sus nombres juntos constituyeran un refrán o dicho popular en el habla común de la época. Más bien, la unión de sus nombres como símbolo de oposición profética y corrupción femenina es una construcción literaria y teológica, recurrente en la interpretación cristiana y en el discurso moral, pero no necesariamente un “dicho popular” en sentido estricto.
Por consiguiente, en la Ópera, Obra de los Locos, López las "pinta" como siervas de Lucifer, o personajes que se encuentran muy a gusto en el entorno del Infierno , donde son allí incluso respetuosas (para remarcar el contraste, sarcasmo/ironía, con respecto a sus vidas "legendarias").
O sea, mejor explicado. La historia/leyenda de Jezabel y Herodías no es la “novedad” en el mensaje oculto de Don Félix, pues se supone que las personas cultas de su época y entorno debían conocer estas figuras (no se supone tan alegremente esto hoy día), sino la insinuación que pretende “siempre” realizar sobre una revelación que no suele conocer nadie. En este caso que dicha pareja se juntaba en el Infierno (Las Zahúrdas de Plutón) para hacer cortesías a otros que pertenecían a su gremio de seres “infernales”. ¿Pudiera entonces querer estar diciendo que las dos fueron dirigidas por otras estancias superiores para cometer sus actos o promulgas, cada cual en su situación de poder?
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